No puedo dormir.
No es nada nuevo, nunca he podido.
Ayer dormí cinco horas, de las nueve de la mañana a las dos de la tarde.
Me dormí una hora antes de la hora en que debí haber salido de casa para hacer un examen muy importante el cual evidentemente no presenté.
No es la primera vez que hago una estupidez de proporciones comparables, en realidad he repetido la misma estupidez una y otra vez con una ligera variación en los detalles, estoy harto.
Estoy harto y toda mi familia está harta, pero hay una pequeña diferencia que hace que su hartazgo esta mezclado con decepción, yo sé que no puedo dormir, ellos creen que soy un holgazán asqueroso.
Hoy tuve mucho sueño todo el día, me ardían los ojos y mi concentración era prácticamente nula; ahora casi son las dos de la mañana y aún no logro dormir.
Esta será una noche larga...
